Molinos de La Mota, 1752

Autor: Enrique Lillo Alarcón
ISSN 2386-5172 - Serie: XVIII-1
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Enrique Lillo Alarcón
Autor: Enrique Lillo Alarcón

En la Sierra de La Mota, donde el aire sopla por doquier,
siempre hay dos Ángeles de María, guardianas en su molino,
vigilantes abnegadas de la villa a sus pies.
No tienen horas ni días para realizar su trabajo,
dar guía y cariño a raudales, contar historias pasadas,
son el rostro de todos los moteños para los visitantes que llegan.
Vuelan entre las aspas con el templado ábrego,
te acarician el rostro y el espíritu con su sonrisa, con sus palabras,
son las María de los Ángeles, molineras de La Mota.

Molinos de Mota del Cuervo

Libro de Respuestas Generales del Catastro del Marqués de la Ensenada

10 de Octubre de 1749, por Real Decreto de Fernando VI, se pone en marcha la mayor averiguación, realizada hasta la fecha, sobre las rentas, bienes y personas que deben contribuir en el reino, con objeto de eliminar, el sinfín de impuestos, diezmos y rentas provinciales, y de crear un único impuesto, la Única Contribución.

Entre los años 1750 y 1754, todos los pueblos del reino de Castilla, deben pasar un interrogatorio. Para ello se realiza una Instrucción general, que contiene 40 preguntas, las mismas para todos, referentes a las tierras, productos, límites, oficios, industrias, etc.

Fue una obra ingente que desplazó por Castilla, a funcionarios y escribanos, se tomó detallada nota de todo, se hicieron mapas, se averiguó todo lo necesario, sobre las rentas y bienes de cada persona contribuyente, y sobre quienes eran los destinatarios de dichas rentas. Afectó por igual a la nobleza, la iglesia y el pueblo llano, siendo la nobleza, algo menos la iglesia, la que reaccionó en contra de estas averiguaciones, ya que veían peligrar, los privilegios obtenidos y conservados durante siglos; éste fue uno de los motivos, por el que, finalmente, no se llevó a término, por lo tanto nunca llegó a aplicarse.

Para realizar esta gran obra, se formó La Junta de Única Contribución, que dependía directamente de Fernando VI, formada por miembros de los Consejos, Intendentes provinciales, Jueces subdelegados, escribanos, peritos, etc.
El proceso se inició del siguiente modo: el Intendente de cada provincia, enviaba una carta con la orden real y un bando, al alcalde de cada municipio, para informarle, para que se colocara el bando y se diera pregón del mismo.

El Concejo, alcaldes y regidores, elegían los representantes del municipio, que deberían responder, a las 40 preguntas del interrogatorio, normalmente, el escribano, el procurador síndico, el cura párroco y otras personas que conocían bien el pueblo y sus habitantes, para actuar como peritos.

Posteriormente llegaba el equipo del catastro, dirigido por el Juez-subdelegado y un escribano que actuaba como notario, dando fe de cuanto se recogía en el interrogatorio. Este equipo, fijaba un día con los representantes del pueblo, se iban formulando las preguntas y el escribano tomaba nota de las repuestas. Finalmente, las personas que habían intervenido en el interrogatorio, firmaban el mismo. Toda la documentación se enviaba al Intendente. Los documentos se guardaron en las Contadurías Principales de cada provincia; cuando se terminó el catastro, se ordenó enviar una copia de las Respuestas Generales, a cada Concejo. En la actualidad existen 3 copias, una en el Archivo Histórico Provincial, otra en el Archivo General de Simancas y el tercero en cada Ayuntamiento.

Además de los Libros de Respuestas, se realizó la siguiente documentación:
Libros de lo Real: con la relación de todas las rentas y bienes de cada pueblo, separados en seglares y eclesiásticos.
Libros de familia o de cabezas de casa: relación de cada vecino, cabeza de familia, indicando su estado, edad, profesión, número de hijos; también separados por seglares y religiosos.

Al final de los interrogatorios, cuando se habían terminado de completar los Libros de lo Real y de familia, se juntaba en un sitio amplio del pueblo, a los vecinos que querían acudir, allí se leían las rentas y bienes de cada vecino, por si alguno tenía algo que alegar de los suyos, o de los de algún vecino, de este modo existía un verdadero control, por vigilancia de los propios vecinos.

Además de estos libros, mencionados con anterioridad, la Junta de Única Contribución, también encargó otros libros:
Libros de Hacendados Mayores: donde normalmente se mencionaban las rentas y bienes de las casas de excusado, que eran los mayores contribuyentes de cada población.
Censo de Individuos y edificios de 1756
Vecindario General de 1759

Cuadro de Dalí

Inicio de los interrogatorios

Se comienza el Libro de Respuestas Generales del Catastro e interrogatorios el día 27 de Mayo de 1752.
Dirige el interrogatorio el escribano de la Audiencia de la Única Contribución, D. Tomás Parreño.
Representante de la Junta de Contribución, Sr. Dr. D. Juan de Arroyo, Abogado de los Reales Consejos y Juez Subdelegado. Nombrado por la Real Junta como responsable del Catastro en la Provincia de Toledo de los Partidos de Alcalá de Henares, Alcazar de San Juan y Ocaña, a este último pertenece Mota del Cuervo.
Siendo el Administrador General de Rentas Provinciales de la Villa y Partido de Ocaña, D. Fernando Bueno.

Danzantes

El concejo, cura párroco y peritos

Por parte de la Villa, comparecen los siguientes señores, con los siguientes cargos:
Lucas Castaño del Vado. Caballero de la Orden de Santiago. Cura de la Iglesia Parroquial.
Rafael Álvarez de Rebey. Alcalde ordinario.
Bartolomé Sánchez Gallego. Alcalde ordinario.
Jacinto de Mena y Vado. Regidor.
Francisco Antonio Palacios. Regidor.
Francisco Andrés López Nieto. Síndico Procurador General.
Francisco de Campos. Escribano de Ayuntamiento.

Se nombran los siguientes Peritos para la realización del Catastro:
Juan Antonio Bacas y Chacón.
Francisco Sánchez Lizana.
Isidro José Palacios.
Francisco Izquierdo Perea.

Rueda Catalina en marcha

Propietarios de molinos de viento

Existen 15 molinos de viento en las lomas de la Sierra de La Mota, cuyos propietarios son los siguientes:

– D. Francisco Belmonte y consortes, son propietarios de un molino.
Tiene uno de los mejores molinos, debido a que llevan el trigo a moler, las mejores casas del pueblo.
La rentabilidad anual del molino, es de 45 fanegas de trigo. El pago que hace al molinero, por su trabajo, es la tercera parte de las rentas, es decir 15 fanegas, por lo que le quedan líquidas, 30 fanegas de trigo, al precio estipulado de 18 reales por fanega, obtiene anualmente 540 reales. Así, el molinero, percibía 270 reales.

– D. Juan Antonio Bacas, es propietario de un molino.
Teniendo en cuanta lo mismo que el anterior, percibe unas rentas líquidas de 30 fanegas de trigo, que convertidas, son 540 reales.

– D. Francisco Antonio Palacios, es propietario de un molino.
Percibe unas rentas anuales líquidas de 30 fanegas, 540 reales.

– D. Martín Sánchez Gallego, es propietario de dos molinos.
Por el primero, percibe unas rentas anuales líquidas de 480 reales, equivalentes a 26 fanegas de trigo y 8 celemines.
Por el segundo, percibe unas rentas anuales líquidas de 396 reales, equivalentes a 22 fanegas de trigo.

– D. Juan de Castilla y consortes, son propietarios de un molino.
Percibe unas rentas anuales líquidas de 396 reales.

– D. Felipe Castaño y consortes, son propietarios de un molino.
Percibe unas rentas anuales líquidas de 360 reales, equivalentes a 20 fanegas de trigo.

– D. Diego Damián Gallego, presbítero, es propietario de un molino.
Percibe unas rentas anuales líquidas de 360 reales.

– Dª. Ángela Arias del Vado, es propietaria de un molino.
Percibe unas rentas anuales líquidas de 360 reales.

– D. Francisco Nieto, es propietario de un molino.
Percibe unas rentas anuales líquidas de 288 reales, equivalentes a 16 fanegas de trigo.

– D. Gonzalo Sánchez de Lizana y consortes, son propietarios de un molino.
Percibe unas rentas anuales líquidas de 324 reales, equivalentes a 18 fanegas de trigo.

– Dª. Antonia Carrillo, vecina de El Bonillo, es propietaria de un molino.
Percibe unas rentas anuales de 324 reales.

– Fr. D. Esteban Castaño, de la Orden de San Juan, es propietario de un molino.
Percibe unas rentas anuales líquidas de 396 reales, equivalentes a 22 fanegas de trigo.

– Convento de Religiosos Calzados de la Santísima Trinidad, de la Villa de Santa María del Campo, pertenece un molino que está arrendado.
Percibe unas rentas anuales líquidas de 316 reales, equivalentes a 17 fanegas, 6 celemines y 2,7 cuartillos de trigo.

La Villa de Santa María del Campo, es la actual Santa María del Campo Rus.
El convento de trinitarios se fundó en el año 1564, fuera de los muros de la Villa, pero próximo a ella, en el lugar de una ermita antigua, que estaba dedicada al culto de Nuestra Señora de la Concepción, por ello la nueva iglesia del convento estuvo dedicada a Ella.
En la iglesia se veneró una imagen de Cristo crucificado, Santo Cristo del Buen Temporal, donación de Dª. Mariana de Austria, madre de Carlos II, a Fr. Diego Jacinto Galindo, religioso trinitario de la Villa y confesor de la familia real. El convento, poseía muchos terrenos en los alrededores, y se implicó en la recuperación de cautivos. En la actualidad está en ruinas, sólo conserva la nave central y partes de la cúpula y el crucero.

– Juan Alcolao, vecino de Madrid, es propietario de un molino que está arrendado.
Percibe unas rentas anuales líquidas de 400 reales, equivalentes a 22 fanega, 2 celemines y 2,7 cuartillos de trigo.

Uno de estos molinos pagaba el mencal a la Alcaidía de Aguilarejo, impuesto correspondiente a 2 fanegas de trigo, a 18 reales cada fanega, son 36 reales.
Este molino pagaba este impuesto por estar situado en el terreno que ocupó en su día el castillo de La Mota.

Molinero

Molineros

Hay 15 molineros en la villa, uno por cada molino.
Perciben, como salario, la tercera parte de las rentas que tiene cada molino, por tanto, se calcula su renta multiplicando el producto, trigo, cebada, centeno, por el precio estipulado de cada uno.

Francisco Izquierdo, renta anual 327 reales.
Andrés de Lillo, renta anual 327 reales.
Juan Sánchez Izquierdo, renta anual 327 reales.
Ginés López Casero, renta anual 317 reales.
Francisco Ramírez, renta anual 139 reales.
Miguel Fortuna, renta anual 139 reales.
Juan Sánchez Nieto, renta anual 121 reales.
Tomás Tirado, renta anual 121 reales.
Diego Cano, renta anual 85 reales.
José Sánchez Nieto, renta anual 103 reales.
Alfonso Cano Nieto, renta anual 103 reales.
Alfonso Díaz Hidalgo, renta anual 345 reales.
Tomás Rodríguez, renta anual 300 reales.
Diego Sánchez Izquierdo, renta anual 237 reales.
Cristóbal Zarco Bacas, renta anual 327 reales.

Por: Enrique Lillo Alarcón
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