LA PRINCESA DEL POZO SECO

Salustiano PiquerasEl día 12 de junio de este año (1997) cumplí mis 84 años. Lo celebramos el día 15 por ser domingo. Ese día, reunido con todos mis descendientes hijos, Mercedes y su marido, José, Juan Francisco-Javier con sus respectivas esposas, más nueve nietos, después de apagar las velas, uno de mis hijos me preguntó ¿dónde estaba mi pensamiento cuando soplaba?

Le contesté, muy lejos en el tiempo. Todos, hijos y nietos quisieron saber el qué.

Yo les expliqué:

Era una vez... yo muy niño que oí decir que en un lugar de las afueras del pueblo, bajo las aguas del llamado "Pozo Seco" (aunque siempre tenía agua) había una princesa encantada que para San Juan perdía su encanto, y que cuando se iba a hacer el día salía al exterior para peinar con peines de oro sus rubios cabellos, que brillaban porque coincidía con la salida del sol.

Decían que el sol bailaba de contento al contemplar la belleza de la princesa.

En el brocal de aquel pozo hay unas huellas que decían que se habían hecho al paso de muchos años poner allí sus manos para salir al exterior.

A mis padres les dije que yo el día de San Juan quería ir a ver la princesa y ver como se peinaba con aquellos peines de oro. No había forma de convencer a mis padres de que me llevasen a ese lugar, me decían que esa princesa sale al exterior solo si no hay nadie que pueda verla.

Quedé muy triste, tenía muchas ganas de ver aquella princesa, pensaba mucho en ella, creo que estaba enamorado.

Ocurrió una madrugada, que me desperté cuando en sueños por fin vi a mi adorada princesa, le pregunté:

¿Por que has salido si yo estoy presente?

He salido para que no dudes que verdaderamente existo - me dijo.

Fue entonces cuando desperté y aunque fue un sueño siempre lo recordaré como si verdaderamente hubiese sido realidad.


(Esto no es ningún cuento, es una de las muchas cosas que recuerdo de mi infancia).
Salustiano Piqueras

Publicado con permiso espeícífico de www.webzarco.com