S.P.Q.R. (Senatus Populusque Romanus) el Senado y el Pueblo de Roma en un momento de su historia entre los siglos II y I a.C., en tiempos de la República, decidieron construir una calzada que cubriese el recorrido entre Segóbriga, capital de la Carpetania, y Carthago Nova, principal puerto del Mediterráneo desde donde se enviaban multitud de productos y minerales a la capital Roma.
Esta calzada era una de las vías más importantes para comunicar el centro de la Península Ibérica con el mar Mediterráneo, que se llamó, en la zona de Cuenca, la “Vía del Esparto”, o la calzada de los romanos, o la calzada de los murcianos.
Mapa tomado de caminosequivocados.blogspot.com.es, de José Luis Fernández Montoro
Uno de los productos más importantes que circulaban por esta calzada era el lapis specularis, el yeso espejuelo, extraído de las numerosas minas que existían desde Villar de la Encina hasta Los Hinojosos, pasando por Osa de la Vega; numerosos esclavos cavaban bajo tierra, con utensilios rudimentarios, galerías del tamaño de un hombre; alumbrados por una candela de aceite iban extrayendo pacientemente, año tras año, las piedras de yeso especular. Ya en la superficie, otro esclavo se encargaba de separar las piedras en finas láminas que quedaban con el grosor y la apariencia de un cristal. Estos cristales se transportaban en carretas desde el área de Segóbriga hasta Carthago, allí se embarcaban con destino al puerto de Ostia Antica, donde se descargaban para enviar a la capital de la República, su destino: servir de cierre a todos los ventanales de las casas romanas; sí señores, todas las ventanas de Roma se protegían con el lapis specularis extraído en nuestra región.
Mina de lapis specularis, turismocastillalamancha.es
La producción de cristales fue muy importante y de mucho beneficio, tanto es así que quizás el Senado decidió que se construyese otra calzada auxiliar a la “Vía Esteparia”. Esta nueva vía recogería el producto obtenido en las minas más orientales de la comarca, como una auxiliar a la principal de Segóbriga, de modo que recorrería el camino de la N-301 para enlazar con ella entre Pozo Amargo y Los Prietos, antes de La Roda.
En el término municipal de Los Hinojosos se conoce el topónimo de “La Calzada”, con clara alusión a la existencia de una calzada romana. Decir también que, en el mismo término municipal, se encuentra la zona de “La Dehesilla”, donde aparecieron restos de adornos y urnas funerarias romanas. Siguiendo por el “Zagarrón” y su monte, en otro tiempo lugar de disputa por su propiedad entre los concejos de Los Hinojosos y La Mota, llegaríamos hasta La Mota del Cuervo. Desde allí, siguiendo la antigua carretera N-301, construida en el s. XVIII para unir la capital Madrid con el Levante español, llegamos hasta el siguiente pueblo, Santa María de los Llanos.
Pues bien, entre los términos municipales de La Mota y Santa María debió existir una “piedra miliar”, hoy desaparecida, como fiel testigo de la calzada romana que por esos términos y lugares pasaba.
En La Mota existe el topónimo “La Milaria” y el “Arroyo de la Milaria”. En la confluencia de los términos municipales de Santa María de los Llanos y La Mota del Cuervo, pero dentro del terreno del primero se encontraba esta columna miliar, que para el desconocedor de este monolito hay que decir que tenía forma de columna cilíndrica en su mayoría, a veces oval o de forma rectangular, de entre 2 a 4 metros de altura y de unos 50 a 80 cm de diámetro, se colocaban a la izquierda de las calzadas romanas para indicar un recorrido de mil pasos romanos, la denominada milla romana de unos 1480 m de longitud.
La existencia definitiva de esta piedra miliar, que confirma que había una calzada romana, me la proporcionó un mapa del Instituto Geográfico Nacional, de planimetría 16/12/1907, correspondiente a Santa María de los Llanos, junto con otro de La Mota correspondiente a una planimetría de fecha 31/08/1882. En ellos aparecen los términos “Arroyo de Milaria” (Milaria, término como exactamente se le conoce en La Mota) y la situación exacta de “Piedra Miliaria”.
Mapas del Instituto Geográfico Nacional
La Mota del Cuervo es una confluencia de caminos. Además del mencionado, existe en su término, “La Vereda de los Serranos”, que lo cruza de norte a sur. Según D. Manuel Corchado Soriano la “Tránsitus ex beronibus” que mencionó Tito Livio, cruzando el río Záncara en el término de la Encomienda de La Torre Vejezate, el actual lugar del “Molino de la Torre”. Cruza también La Mota la posible vía que comenzando en Corduba llegaría hasta Tarraco.
La localización de esta piedra miliar significaría un importante hallazgo en la zona, pues nos darían datos del cónsul, tribuno o mandatario que la mandó instalar, como obra nueva o de reparación de la calzada, su época y, algo muy interesante, la distancia al lugar importante anterior y posterior a ella.
Lugar en la antigua carretera N-301 donde se hallaba la columna miliar
Creo que debió de existir una calzada romana que, partiendo de Ocaña, llegaría a la Mancha Santiaguista por Villanueva de Alcardete (en los finales de la Edad Media, Villanueva era una importante villa de paso) continuaría por el término de Los Hinojosos, llegaría a La Mota, seguiría por Santa María de los Llanos y, siguiendo el trazado de la N-301, entroncaría con la calzada Segóbriga – Carthago Nova, antes de La Roda.