Mota del Cuervo, ese pequeño, pero a la vez pueblo importante de la Mancha Santiaguista, Balcón de la Mancha, cruce de caminos, Villa Cervantina, pueblo de molinos y aspirante a ser el Lugar de la Mancha, tuvo su gloria en el siglo XVI para merecer estar en el mapa universal Speculum Orbis Terrae, del conocido cartógrafo holandés, Gerard de Jode, por delante de capitales y ciudades de la propia Mancha que no aparecen en él.

Gracias a las investigaciones, y el amor que tiene por la cartografía, mi amigo, el insigne geólogo alemán Klaus Bitzer, sacó a la luz este mapa de 1593, para, junto con otros mapas, añadirlo al anexo de mi último libro: “La Cierva. Un lugar en la Historia”, que recoge parte de la historia de este bello pueblo de la Serranía de Cuenca, desconocida para sus habitantes y para el público en general.
Es desconocido el motivo por el que aparece Mota del Cuervo en este importante mapa universal, con el nombre de La Mota y el leve dibujo de su iglesia bajo la advocación de San Miguel Arcángel, pero es un orgullo para los moteños y los que nos consideramos como tal, el que nuestro pueblo aparezca en un mapa tan importante, consultado por viajeros, ejércitos y todo el que desease conocer la distribución de los pueblos de la Península Ibérica.

¡Gracias Gerard de Jode, por tener en cuenta a nuestro humilde pueblo en la geografía universal!
La obra final del Speculum Orbis Terrae, es un atlas publicado por Cornelis de Jode, hijo del cartógrafo, tras la muerte de su padre, pues, aunque tenía preparadas casi la totalidad de las planchas de cobre para la impresión de la ampliación de su obra, le alcanzó antes la muerte en 1591. Cornelis completó lo que faltaba e hizo su publicación el año de 1593. Esta obra pretendía competir con el Theatrum Orbis Terrarum, del también famoso cartógrafo Abraham Ortelius, que había alcanzado gran fama desde su publicación en 1570. A pesar de la mayor calidad de los mapas de Gerard de Jode, los de Ortelius fueron más apreciado

Gerard de Jode, había nacido en Nimega en 1509, y falleció en Amberes en 1591, donde se estableció como grabador, cartógrafo y editor, publicando mapas y atlas de los más importantes cartógrafos del momento, incluido Ortelius. Su obra más conocida fue esta ya comentada, Speculum Orbis Terrae, publicada en 1578, ampliada en su mayoría hasta 1591, y terminada de completar en 1593 por su hijo Cornelis.
