Una de las más antiguas Cofradías procesionarias de Mota del Cuervo, que en estos días están dejando su corazón y su alma, en conseguir que todo salga perfecto en los próximos actos religiosos y procesiones, que se van a celebrar con motivo de la Semana Santa.
Paso del Santo Sepulcro de Mota del Cuervo
Fotografía de Juan Manuel Ruiz de Valbuena Quejigo
Podemos conocer que ya existía como Cofradía el 11 de marzo de 1665, hace 350 años, a través del manuscrito de fallecimiento de Juan Sánchez de Lillo, que fue anotado en el Libro de Defunciones del Archivo Parroquial, libro 3º, folio 2.
“Libro en el qual se escriben los que mueren y se entierran en la parroquial desta villa de La Mota, desde este año de 1665, siendo cura el sr. lzdo. don Joan Cano”.
[Al margen] “Joan Sánchez Lillo”
“En once días del mes de março de myll sisçientos sesenta y çinco años, se enterró en la parrochial desta villa de La Mota, en la capilla del Sto. Xpo. del Entierro, a Joan Sánchez Lillo, natural desta dicha villa”.
Juan Sánchez de Lillo fue enterrado en la capilla del Santo Cristo del Entierro de la iglesia parroquial de La Mota. El hecho de existir una capilla con una advocación determinada, significaba que debía existir una cofradía dedicada al Santo Entierro, y al ser enterrado allí Juan Sánchez de Lillo debía ser cofrade de la misma.
Por su carácter sacramental debía ser de tipo procesional, de modo que los cofrades saldrían todas las Semanas Santas con hachas encendidas, en un respetuoso silencio, por los alrededores de la iglesia.
Juan Sánchez de Lillo fue el primer cofrade conocido del Santo Cristo del Entierro, muchos de la familia Lillo que le continuaron, siguieron perteneciendo a dicha Cofradía.
Así que esta es una buena noticia para los cofrades del Santo Sepulcro de Mota del Cuervo. Existió una cofradía dedicada al Santo Cristo del Sepulcro en fecha anterior a 1665, que en una primera aproximación podríamos datar en el primer tercio del s. XVII, sin perjuicio que pudiera haber sido creada con anterioridad.
Existen datos más concretos de ella en un artículo redactado por mí, en la revista nº 4 que edita la Asociación de Amigos por la Historia de Mota del Cuervo, tomando como base los manuscritos de cofradías relativos al s. XVIII, se conoce que en el año 1770 tenía una renta anual de 1.125 reales, hacía dos funciones al año, una de ellas sería durante la Semana Santa, de tipo procesional como se venía haciendo más de un siglo.
Datos tomados de mi libro de próxima aparición, “Los pleitos del bachiller Lillo en Mota del Cuervo”.