La prolongación de la calle Mayor, verdadera arteria de la villa que la recorre desde suroeste a noreste, en época muy temprana, se realizó pasando por una de las dos puertas principales de la ermita, allí la calle se ensanchó y se formó una especie de plaza natural que todo el mundo conoce, desde muy antiguo, como la ermita del Santo y la Plaza del Santo.
En 8 de abril de 1598, vivían en esa zona, gente humilde, trabajadora y también moriscos que fueron deportados del Reino de Granada hacia la Mancha Santiaguista, después de la guerra de la Alpujarra que se produjo entre los años de 1568 a 1571. Estos moriscos se establecieron en esta parte alta de la calle Mayor por cuestiones de economía, las casas eran más baratas al estar en la zona alta de la villa, aquí, en La Mota, sucede lo contrario de la mayoría de poblaciones donde las zonas altas de ellas son las de mayor carestía.
Allí, en esa Plaza de la ermita del Santo, convivieron cristianos viejos y moriscos, los llamados cristianos nuevos del Reino de Granada. Estos fueron los nombres de algunos de los vecinos que la habitaron, en las casas que hoy día están situadas en el tramo de la calle Mayor de Mota del Cuervo situadas enfrente de la ermita, tienda de informática ATOMUS de Juan Manuel Ruiz de Valbuena, Presidente de la Asociación de Amigos por la Historia de Mota del Cuervo, y casas contiguas y aledañas a esta tienda.
Ana de Llanos de 48 años de edad, casada con Luis García, de oficio labrador. Antes vivió con su padre Bartolomé Sánchez de Llanos.
“Dixo que esta testigo tiene notiçia y se a acordado que, bibiendo juntamente con Bartolomé Sánchez de Llanos, su padre, en la calle Mayor, bibía a la saçón allí junto Alonso El Pardo El mozo, morisco delos del Reyno de Granada, frontero de la ermyta de San Sebastián desta villa.”
Alonso Pardo, morisco, natural de Portilla en el Reino de Granada, localidad cercana a las Cuevas, actual población Cuevas de Almanzora en la provincia de Almería, murió en Uclés en febrero de este año de 1598. De oficio tendero, tenía su tienda en la Plaza del Toril, donde se corrían los toros cada fiesta de San Miguel de Mayo. Casado con Luisa López, tuvieron un hijo, Alonso, por el que fue objeto de investigación toda la familia al no tener prepucio y pensar los inquisidores del Santo Oficio que había sido cortado siguiendo la ley de Mahoma. También vivía con ellos la madre de Alonso, a quien llamaban la Parda.
Isabel López de 50 años de edad, casada con Francisco Sánchez de Manjavacas. Es llamada por la Inquisición porque se dedicaba a echar bragueros a los niños.
Catalina la Çarca (Catalina la Zarca) de 40 años de edad, sin duda llamada así por el color azul claro de sus ojos, casada con Sebastián Gallego.
“Dixo que conozió a Alonso Pardo, difunto, y a su muger Luysa López tanbién la conoce, y conozió a un nyño, hijo suyo, que se deçía Alonso, que tanbién es muerto, a el qual, nunca esta testigo myró, aunque es su vezina, para ver si estava retajado.”
Úrsula Martínez de 40 años de edad, casada con Miguel Sánchez Crespo, zapatero. El primer zapatero de La Mota cuyo oficio se declara, por tanto, es el primer zapatero de la villa que conozco.
Isabel la Casada de 67 años de edad, casada con Daniel Izquierdo.
“Y como esta testigo y el dicho Alonso Pardo eran vecinos, muchas veçes vido desnudo al dicho niño, y lo enbolvió esta testigo muchas veçes”
Todos ellos y algún otro formaron el vecindario de la ermita del Santo, frente a la plaza, en la calle Mayor.
Seguro que en el subsuelo de alguna delas casas actuales quedan los restos y los espíritus de los vecinos y moriscos que las habitaron al final del s. XVI.