A raíz de la última visita del alcalde mayor del Partido de la Mancha y Ribera de Tajo, licenciado Almodóvar, el concejo del Quintanar (nombre abreviado con que se conocía a Quintanar de la Orden en el s. XVI), siguiendo su mandato, había encargado hacer un rollo de justicia para instalar en la Plaza pública de la villa, y se había igualado con el maestro cantero en la cantidad de 12.000 maravedís.
Rollo de justicia de Quintanar de la Orden
Como todas las villas de la Mancha Santiaguista, al encontrarse dentro de la jurisdicción de la Orden de Santiago, no tenía o disponía de pocos propios con que hacer frente a los gastos concejiles, por este motivo solicitan al Consejo del rey don Carlos, que les conceda licencia para repartir esa cantidad de dinero de gasto, por la compra del rollo de justicia, entre todos los vecinos de la villa del Quintanar.
«Don Carlos, etc.
A vos el conçejo dela villa del Quyntanar salud e graçia.
Sepades que en el my Consejo dela dicha Orden, fue vista una petiçión que por vuestra parte fue en él presentada, por la qual me hizistes relaçión que al tienpo que el liçençiado Almodóvar, alcalde mayor deste Partido de la Mancha e Ribera de Tajo, visytó la dicha villa, os mandó que hiziésedes en la Plaça pública della un rollo, el qual diz que tenéys ygüelado en doze myll maravedís.
E que porque para la paga dellos no tenéys propios ny rentas, que me suplicávades e pedíades, por merçed, os mandase dar liçençia para hazer repartimyento entre los vezinos dela dicha villa, en contra delos dichos doze myll maravedís, para la paga del dicho rollo, o como la my merçed fuese.»
En la villa de Ocaña, sede del Consejo del rey para esta zona de la Mancha, el día 3 de marzo de 1531, una vez leída la petición del ayuntamiento del Quintanar y el informe del alcalde mayor licenciado Almodóvar, el rey Carlos I, a través de su Consejo, decide conceder carta y licencia para que se haga el reparto de los 12.000 maravedís entre todos los vecinos.
La carta recomienda que el dinero recogido se entregue a algún vecino que los pueda administrar bien, y los dedique para el fin que se ha establecido. Se debe de abrir un libro de cuentas donde se reflejen todos los gastos que se sucedan, con sus recibos, para que se pueda comprobar por cualquier persona que, en nombre del rey, lo requiera.
La carta va firmada por el gobernador, conde don García Manrique.
Licenciados del Consejo, Luxán (Luján), Perero de Neyra y Sarmiento.
Secretario, Francisco Guerrero
Picota o rollo de justicia
El manuscrito es muy claro, el concejo del Quintanar solicita licencia para repartir los maravedís por la compra de un rollo de justicia, no por la de una picota.
El rollo de justicia era una columna de piedra con sus estrados en la base, con una cruz o bola en su parte superior. Se instalaba en los pueblos que habían conseguido el villazgo con plena jurisdicción o los que tenían alcaldes (en las villas santiaguistas dos alcaldes ordinarios y tres regidores componían el concejo) con jurisdicción para administrar justicia y condenar a muerte. A veces, se aplicaba la pena en el rollo, por eso se confunde con la picota. En la de Quintanar de la Orden parece claro que le falta la cruz o la bola de la parte superior.
Picota era también una columna con estrados en su base, con cuatro salientes en su parte superior donde se exponían los cuerpos o cabezas de los ajusticiados, o donde se aplicaba la pena en forma de latigazos. Debido al dinero que dieron las villas al rey don Carlos para sufragar sus guerras, dio muchas licencias para la construcción de picotas durante el s. XVI.
Conclusión y realidades del rollo de justicia de Quintanar de la Orden
Parece, por el manuscrito, que el rollo de justicia se debió construir un poco antes de la fecha de concesión de licencia de reparto del coste, es decir, un poco antes del año 1531.
Por eso, lo que pensábamos que pudiera ser de construcción de finales de la Edad Media, s. XV, no parece que sea así. Aunque su forma es de estilo gótico, no se puede olvidar que en todos los edificios eclesiásticos y civiles de la Mancha Santiaguista se usó un gótico tardío en pleno s. XVI.
La columna se parece más a un rollo de justicia que a una picota.
Se instaló en la Plaza pública del Quintanar, no en el lugar actual enfrente de la ermita de Santa Ana.
Tuvimos mucha suerte en su conservación hasta nuestros días, pues, después de la Constitución de 1812, se ordenó que fueran derribados todos los rollos y picotas de los reinos de España.
Fuente
Archivo Histórico Nacional, signatura: [AHN,OM,AHT,leg.78171]
Transcripción por Enrique Lillo Alarcón
Dedico este escrito a D. Ángel Luis Mota Rubio por su gran contribución a la cultura e historia de Quintanar de la Orden y la Mancha Santiaguista, por la cálida acogida que nos hizo en su casa museo Cultura XXI de Quintanar de la Orden.